Por Caterina Radzichewski
La ola de calor no amaina y Buenos Aires hierve. En medio de la urbe, un refugio con aire acondicionado emerge y atrae como un oasis. Dain Usina Cultural, librería ubicada en el barrio de Palermo, fue punto de encuentro de libreros, bookfluencers y lectores convocados por Riverside Agency a través de las redes sociales. Allí los esperaba Rumena Buzarovska quien llegó temprano y se permitió un café antes de comenzar la conversación con Hinde Pomeraniec. La autora, nacida en Macedonia y muy conciente de su herencia cultural, se refirió a su patria en los siguientes términos:
«En Europa suele percibirse a los Balcanes como salvajes que beben, comen y bailan. Macedonia, con sus 1.8 millones de habitantes, lejos del estereotipo es un país en el que chocan la cultura oriental y la occidental»
Con traductora de por medio, Buzarovska esgrimió en un inglés perfecto algunos puntos de interés de "Mi marido", la novedad editorial que reunía a los presentes esa tarde. Las once narradoras de estos cuentos "mienten todo el tiempo" según su autora y son heroínas sin emoción. "Yo elegí suprimir las emociones. No hay drama en estos relatos, lo reemplazo por humor, ironía, grotesco, acidez" aseguró.
El rol social que históricamete ha tenido la mujer y que Buzarovska aún percibe en las sociedades modernas emerge de los relatos a modo de denuncia. Vivir a la sombra del marido, parir y tener que atender a tus invitados, explicar por qué convivís con tu pareja y no estás casada todavía son algunos ejemplos que ella misma citó. Lo reforzó contando un caso personal con el humor ácido que la caracteriza:
«El último cuento del libro, "Ocho de marzo" que además es el día de la mujer, lo escribí a los 32 años. En ese entonces me insistían muchísimo con preguntas acerca de la maternidad. ¿Cuándo vas a ser mamá? me lanzaban en la cara. Luego mis amigas o mis colegas me contaban de sus maridos infieles y yo les respondía "¿por qué no los envenenás?"»
En esta misma línea, Buzarovka mencionó que no tuvo a Mary Shelley en su lista de lecturas durante su formación, a pesar de que el monstruo del Dr. Frankenstein era de conocimiento universal y parte del folklore literario. "Simplemente no era una autora considerada canónica" aseguró. Por otra parte, rescató como positivo que en la actualidad se aprecia mucho más la literatura de las mujeres y comienzan a tener un lugar central en el escenario.
«No tuve a Mary Shelley en mi lista de lecturas porque no se la consideraba canónica. Mi propio padre me dijo que escribir no era cosa para las mujeres, que mejor dedicarse a otros intereses»
Ante la pregunta acerca de la recepción de su obra, Buzarovska relató que en Serbia, Croacia, Macedonia, Hungría y Eslovenia se realizaron representaciones teatrales de "Mi marido". El elenco estuvo compuesto mayoritariamente por mujeres y en todos los casos la directora de la obra fue una mujer. Resaltó la importancia de lo ocurrido en Eslovenia en donde la puesta en escena requirió emplear actrices mayores de cuarenta años. La amplitud etaria de los personajes presentes en los relatos de "Mi marido" permitió subir al escenario a estas mujeres entonces fuera del circuito teatral que suele centrarse en actrices más jóvenes.
La autora rememoró con gracia las distintas presentaciones literarias que se realizaron de esta obra:
«A las presentaciones de "Mi marido" asisten generalmente 25 mujeres y un hombre. Cuando se abre el espacio de preguntas, siempre es ese único hombre quien levanta la mano. Entonces comienza a hacer mansplaining y a explicarme los errores de mi libro y lo que debería haber escrito. El 75% de mis lectores son mujeres y del 25% restante, la mayoría son gays»
Por último, Buzarovska se refirió a la situación política argentina y la comparó con la de los países balcánicos como Macedonia. En su opinión, es difícil mantenerse optimista políticamente en climas como el actual. "Debemos recordar que hace cien años las mujeres no podían votar, hay que tener perspectiva" sentenció. "En los Balcanes estamos habituados a gobiernos autoritarios. Cada cierto tiempo aparece una propuesta distinta pero luego volvemos a lo mismo, como si lo extrañáramos" reflexionó al respecto.
Una vez finalizada la presentación, la autora firmó ejemplares con paciencia y manifestó a las lectoras su deseo de regresar pronto a la Argentina. Con una sonrisa como bandera, Rumena Buzarovska se despidió de los asistentes al evento a la voz de "I'm going outside to smoke a cigarette".
-------------------------
Quiero agradecer especialmente a Morena Magallanes y a Riverside Agency por invitarme a participar de este evento y a realizar la cobertura del mismo.